Mi hijo, por circunstancias, ha empezado trombón este año. Como tiene 7 años, y aun es pequeño, necesitaba un trombón ligero. Puestos a comprar uno de plástico elegimos este con traspositor. Lo tiene 4 meses ya, y aunque lo compramos con miedo a que no fuera robusto para aguantar el trato de un niño no podemos estar más contentos. Es fuerte, y desde lejos parece hecho de metal. La funda que trae también es bastante robusta aunque ligera (fenomenal para él). La vara no es la mejor del mundo, y de hecho casi que funciona mejor sin engrasarla (limpiándola bien), pero para un trombón de esta calidad y precio está muy bien. El profesor nos ha comentado que con que le dure un curso/curso y medio hasta que pueda coger uno de metal podemos estar contentos. Así que, para niños que empiezan, y que aun son pequeños para coger uno de metal es una opción fantástica.