La fabricación es muy robusta. El sonido es muy bueno: agudos muy definidos en el cono de cobertura, medios equilibrados y grabes realzados mediante un puerto de graves en el frontal del altavoz. Están medidos y cerrados herméticamente en una especie de lata metálica, especialmente para cumplir la normativa americana, pero toda la caja acústica es de plástico. El que la caja sea cerrada tiene la ventaja de hacer que la acústica propia del falso techo casi no afecte a lo que se escucha debajo. Cada pareja incluye dos conjuntos de 'puentes' y 'aro' de montaje, para que el peso apoye sobre la estructura del techo desmontable, y no sólo sobre la plancha en la que se ubica el altavoz. También incluyen una plantilla de cartón para hacer el agujero a la medida exacta. La instalación 'normal' es muy fácil. Sin embargo, en mi caso tuve que instalarlos sobre un techo desmontable de chapa perforada, de modo que quedasen ocultos. En mi caso no monté las rejillas. La única dificultad fue que la guía de ondas del transductor de agudos sobresale aprox. 2mm más que el aro del altavoz (por eso la rejilla no es plana del todo). Lo solucioné añadiendo un aislante para conductos de aire acondicionado, abierto, e insertado en el perímetro, es decir, en el borde del altavoz. Así elevaba el altavoz hasta la altura necesaria para evitar que la guía de ondas tocase la plancha del techo, y al mismo tiempo conseguía un apoyo mullido. El resultado ha sido bastante satisfactorio. Podéis ver el desempaquetado del producto en mi web: BlancoReview.com